Jodi
es un artista alojado en dos personas, Joan Heemskerk de Holanda y Dirk
Paesmans de Bélgica. Sus antecedentes, se sitúan en la fotografía y el
videoarte pero Jodi, nace en el momento en el que la World Wide Web da su salto
a la masividad.
Cuando
en 1995, decidieron crear una página web para mostrar su trabajo fotográfico,
cometieron un error fatal que desencajó la página convirtiéndola en un caos de
colores y signos. El resultado obtenido, les pareció muy sorprendente y
decidieron concentrarse en el hallazgo. Desde entonces, no hacen otra cosa que
dar órdenes contradictorias a la máquina con intención de generar errores
premeditados, errores que se convierten en arte electrónico.
Los
proyectos de Jodi, difieren radicalmente del resto de trabajos a los que
estamos acostumbrados. En estos, solo encontramos grafismos y signos que
conforman el lenguaje específico de la Red, pero distorsionados y manipulados
hasta ser irreconocibles. Su estética y su línea formalista, los ha convertido
en una de las referencias ineludibles del arte en Internet. Su estilo,
innovador, atrevido y despreocupado ha abierto una línea de trabajo que ha
ayudado a definir una tendencia importante del Net.art.
Uno
de sus primeros proyectos es wwwwwwwww.jodi.org, una página web en la que los
internautas se topan con una composición caótica de signos, puntos y cifras
intercaladas. Ninguna explicación acerca de lo que se muestra parece posible.
Muchos, atribuyen este caos a una visión artística, humorística y crítica de
cómo nació Internet.
En
el proyecto 404, su obra más conocida, la primera página que aparece es la del
célebre ‘error 404 URL not found’ sobre un fondo que cadavez que entremos será
de un color. Compuesta sólo de cuatro páginas, en su página web se lee
únicamente el 404, donde cada número enlaza con una de sus otras tres
páginas ‘unread’, ‘reply’ y ‘unsent’. En la parte de abajo aparece un cuadro de
texto reservado a la entrada del mensaje del usuario, acompañado de un botón de
respuesta con la etiqueta ‘Re’. Una vez redactado y enviado el mensaje, el
resultado será la aparición de éste en la parte superior del texto con ciertas
alteraciones que sabotearán deliberadamente el acto de la comunicación. En
‘unread’, no leído, se omitirán las vocales del discurso del usuario; en
‘reply’, respuesta, el mensaje queda escondido y sustituido por la dirección IP
del usuario; y en ‘unsent’, no enviado, se visualizan las vocales del correo
inicial que no fueron enviadas. Estas tres secciones patentizan tres
consonantes de la obra de JODI: la interrupción de la interacción, la pérdida
del anonimato y la negación de la comunicación. Se muestra pues, un tipo de
chat, en el que el que juega es el ordenador con el usuario, exhibiendo
las palabras tecleadas totalmente alteradas y sin significado, es decir, un
diálogo sin receptor. Es más, la respuesta no quiere decir nada, es un reflejo
de la incomunicación existente entre los humanos a pesar de la creciente
evidencia de la necesidad de los humanos por expresarse.
Según
Jodi, su trabajo no tiene mensaje ni contenido, y tampoco persigue unos objetivos
concretos, es el resultado de un juego apasionante y en ningún caso se trata de
adoptar una postura crítica hacia el sistema informático, sino al contrario, la
fascinación que sienten por la máquina domina su producción. Ellos mismos
dirían “Nuestra fascinación por la máquina es sólo equiparable a la fascinación
de un médico contemplando un eccema”.
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