Como hemos hablado con anterioridad, una de las
cuestiones más difíciles de responder en cuanto al Net.Art es el tema de la
conservación de las obras de arte, arte que sufre una rápida obsolescencia,
debido principalmente a la rápida evolución del medio en el que se desarrolla.
Aunque no es la obra lo que envejece, sino los soportes en los que se lleva a
cabo, cuyas actualizaciones llegan un momento que no permiten visualizar esas
obras realizadas en versiones anteriores.
Un ejemplo de una obra obsoleta que ha sido
restaurada es “The World’s First Collaborative Sentence” (1994) del
estadounidense Douglas Davis. Los conservadores del Whitney Museum de Nueva
York fueron los encargados de llevar a cabo dicha restauración.
Esta obra era una exhibición monográfica encargada
por el Lehman College Art Gallery y fue uno de los proyectos más importantes
del año 1994. Para el desarrollo de “The sentence” era imprescindible la
participación de la gente a través de Internet, es decir, la colaboración de un
colectivo, siendo así una obra dinámica y no estática, además de cambiar la
definición de autor tradicional. Debido a esto se trató de uno de los primeros
proyectos que utilizaron esta técnica para su creación. Era una de las primeras
obras de este arte de Internet y se hizo muy relevante debido al grado de
participación y crecimiento que tuvo: llegó a tener más de 200.000
participaciones y en 12 idiomas.
Conforme se iba actualizando el soporte informático,
“The Sentence” comenzó a tener dificultades para funcionar (había enlaces
rotos, códigos obsoletos y los textos no eran totalmente legibles) hasta que en
2005, el proyecto quedó inoperativo, en el sentido en el que no se podía seguir
colaborando, solo leer lo que ya estaba publica do.
Finalmente, en 2012 comenzaron los trabajos de
restauración de esta obra. Se utilizaron los códigos informáticos del proyecto
original para crear dos versiones: una que sería la histórica, donde aparecen
todo el contenido realizado hasta el momento de quedar inoperativo; y la
versión “funcional o live”, la cual permite continuar con el desarrollo del
proyecto. La versión histórica puede visualizarse con navegadores antiguos y
los enlaces rotos han sido cambiados por otros alternativos.
Tras esto vuelven a surgir todas las cuestiones en
torno a este tema que ya hemos comentado en entradas anteriores. Es muy
complicado recuperar todas las obras que ya han quedado obsoletas, pero la
pérdida de éstas se produce en detrimento de la cultura. El avance del medio
hace que los archivos digitales no sean como los físicos, ya que éstos últimos,
por muchos años que pasen, no desaparecen así como así, no necesitan adaptarse
a la evolución de ningún medio. Lo que es evidente, es que la conservación es
posible, aunque no se sabe hasta qué punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Déjanos tu opinión o colabora en nuestro cadáver exquisito!