domingo, 2 de noviembre de 2014

Fin de la década, ¿fin del net.art?

“El net.art, como área de investigaciones frenéticas y como territorio de innovación, ya no existe. La intensa búsqueda para descubrir la naturaleza de la comunicación y las posibilidades de la representación ha sido suplantada por el ‘design’ y el deseo de responder ante las expectativas de los curators. Tras el período heroico del net.art, ha llegado el ‘web art’, una disciplina artística mucho más estable”. El net.artista pionero Vuk Cosic hizo estas declaraciones para una revista en 1999.

Nos encontramos ante lo que muchos autores han considerado como punto muerto del net.art o punto cero, momento en que ya no parece haber un retroceso posible. El propio éxito y reconocimiento que había alcanzado por aquel entonces este arte fue en gran parte lo que lo llevó a su decadencia. La dimensión comercial había alcanzado al net.art, al igual que lo habían hecho las instituciones. Las galerías de los museos se llenaban de obras net.artísticas (destacamos el net.art incluido en la Bienal del Whitney), gran cantidad de ellas esperando ser comercializadas después. De hecho, para muchos net.artistas buscar modos de comercializar sus obras se volvió el eje central de su trabajo. También hay lugar para las galerías online manejadas directamente por net.artistas, como la que ya comentamos de Olia Lialina, Art.Teleportancia. Además, no faltaron las invitaciones a artistas de la red para hablar en seminarios y conferencias sobre Internet.
Introduction to net.art (1994-1999), grabado en piedra.
Por Natalie Bookchin y Alexei Shulgin.

Esta institucionalización del net.art se hizo patente con la “Introducción al net.art (1994-1999)”, de Natalie Bookchin y Alexei Shulgin, que se presentó en el “Net-Condition” en marzo-abril de 1999. Se trata de un manifiesto del net.art grabado en piedra siguiendo el sistema del proyecto Dump your Trash de Blank y Jeron. En él se define el net.art, se nombran sus características, los distintos géneros, los requisitos para hacer una obra de net.art,… Se habla también ya de sus objetivos promocionales, así como de su reconocimiento institucional. En definitiva, con este documento se configura el net.art como un nuevo movimiento artístico reconocido.

No obstante, la oposición a la mercantilización del arte de la red no pasó inadvertida. Surgió un grupo importante de art.hacktivismo: 0100101110101101.org. Su objetivo principal era rescatar el primer espíritu del net.art, haciendo hincapié en el aspecto de interactividad, criticando la falsa interactividad de los proyectos en Internet y tratando de mostrar que el arte en la red puede llegar a ser realmente interactivo. Sus primeros archivos son páginas de otros net.artistas mezcladas de un modo aleatorio, cambiando la interfaz cada vez que el usuario visita la web. Son conocidos sus hackeos a otras
webs net.artísticas como Hell.com y Art.Teleportancia, sitios utilizados para la muestra de obras de net.art.

Pocos años duró el net.art como net.art ‘puro’. “Todo el mundo con su propio site, con su propio dominio, con su propia galería, se adentra de nuevo en las limitaciones de la tradición artística, ignorando completamente que el net.art podría estar malentendiendo el auténtico potencial de la red”. Son palabras bastante acertadas del colectivo artista, activista y performers que firmaba bajo el pseudónimo Luther Blissett. 

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